Hazlo otra vez, Pedro

–Aprieta la mandíbula, Pedro –le dice su jefe de gabinete.

Y Pedro aprieta la mandíbula mientras los fotógrafos del Congreso disparan sus cámaras.

Al día siguiente los periódicos dicen que Puchi, el golpista catalán, ha obtenido una nueva victoria. La farsa se consuma: Pedro ha logrado transmitir que él y su gobierno aún deciden algo y que no son meros títeres del fugado.

Dentro de quince días, o un mes, la amnistía volverá al Pleno y entonces sí, será aprobada al gusto de Puchi y todos respirarán tranquilos y satisfechos.

Pedro relajará la mandíbula y nos regalará una de sus seductoras sonrisas.

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